Un equipo de científicos chinos ha creado un dispositivo que emplea explosivos para debilitar a los satélites enemigos, pero sin llegar a destruirlos del todo. Según ha informado The South China Morning Post, el arma se puede introducir dentro de la boquilla de escape de un satélite y puede crear una “explosión constante controlada por tiempo” sin que lleguen a ser detectados por los ejércitos rivales.

En vez de derrotar al satélite por completo, simplemente daña el interior de la sonda porque la explosión está controlada, no obstante, este hecho podría llegar a confundirse con un incidente del motor. Además, todavía no está claro como se colocaría el dispositivo en el satélite.

Este método es otra forma de incapacitar las sondas ofensivas sin usar láseres o misiles porque suelen llamar la atención, así pues, en un futuro se podría usar en las naves espías que pueden sabotear a los satélites activos que estén situados en órbita.

China ha empezado a aumentar su equipo de armamentos antisatélites, por ello, se ha incrementado el miedo en Washington por un posible ataque a las naves espaciales orbitales estadounidenses.

Desde el Pentágono de los Estados Unidos ya se ha empezado a reunir a toda la fuerza física para construir otro arsenal de armas para derrotar a los satélites, por otro lado, Rusia no quiere quedarse a atrás y también quiere desarrollar sus propios dispositivos.

Parece que estemos viviendo un déjà vu de la Guerra Fría, un país empieza a fabricar sus armas y acto seguido, el resto de países contrincantes hace completamente lo mismo -de esta manera, solo se puede conseguir que los dispositivos cada vez sean más peligrosos-.

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