La sonda Parker es el primer objeto humano capaz de atravesar el límite de la atmósfera del Sol para analizar su funcionamiento
Por primera vez en la historia, una nave espacial ha ‘tocado’ el Sol. La sonda solar Parker de la NASA ha conseguido atravesar la atmósfera superior de nuestra estrella, la parte conocida como la corona. He empezado a muestrear partículas y campos magnéticos allí.
El nuevo hito marca un hito para la ingeniería y para la ciencia solar. Según la agencia espacial estadounidense, “de la misma manera que el aterrizaje en la Luna permitió a los científicos comprender cómo se formó, tocar la materia misma de la que está hecho el Sol ayudará a tener información crítica sobre nuestra estrella más cercana y su influencia en el sistema solar”.
El borde de la corona solar es el área del espacio lo suficientemente alejada del centro del Sol como para que su gravedad y campo magnético ya no puedan atrapar material en la estrella y devorar a una nave espacial. Ese límite se llama la superficie crítica de Alfvén, que es lo que cruzó la sonda solar Parker en abril para sumergirse en la corona.
La llegada de Parker al Sol “es un momento histórico para la ciencia solar y una hazaña verdaderamente notable”, ha señalado Thomas Zurbuchen, de la Dirección de Misiones Científicas en la Sede de la NASA en Washington. “Todo lo que aprendamos sobre nuestra propia estrella también nos enseña más sobre las estrellas en el resto del universo”, ha continuado. El dictamen de la reforma de la ley de Ciencia, Tecnología e Innovación
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A medida que circula más cerca de la superficie solar, Parker está haciendo nuevos descubrimientos que otras naves espaciales estaban demasiado lejos para verlas. Incluso desde el interior del viento solar, el flujo de partículas del Sol que pueden influir en nosotros en la Tierra. En 2019, Parker descubrió que las estructuras magnéticas en zig-zag en el viento solar, llamadas curvas, abundan cerca del Sol. Pero cómo y dónde se forman sigue siendo un misterio.
El primer paso a través de la corona, y la promesa de más sobrevuelos, proporcionará datos sobre fenómenos que son imposibles de estudiar desde lejos. Según Nour Raouafi, científico del proyecto Parker en el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins, “podemos ver la nave espacial volando a través de estructuras coronales que se pueden observar durante un eclipse solar total”. Europa anticipa un verano de contagios por ómicron BA.5
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Parker se lanzó en 2018 para explorar los misterios del Sol viajando más cerca de él que cualquier nave espacial anterior. Tres años después del lanzamiento y décadas después de la primera concepción, Parker finalmente ha llegado.
A diferencia de la Tierra, el Sol no tiene una superficie sólida. Pero tiene una atmósfera sobrecalentada, hecha de material solar unido a la estrella por la gravedad y las fuerzas magnéticas. A medida que el calor y la presión crecientes empujan ese material lejos del Sol, llega a un punto donde la gravedad y los campos magnéticos son demasiado débiles para contenerlo.
De esas eyecciones de material, tormentas de partículas y magnetismo que llegan de vez en cuando a la Tierra. El temor a una gran tormenta solar que tumbe las redes eléctricas humanas está detrás del creciente interés por comprender el funcionamiento de nuestra estrella.
El 28 de abril de 2021, durante su octavo sobrevuelo del Sol, Parker Solar Probe encontró las condiciones específicas magnéticas y de partículas a 18,8 radios solares (alrededor de 13 kilímetros) sobre la superficie solar. Sin duda, había cruzado la superficie crítica de Alfvén por primera vez y finalmente entró en la atmósfera solar.
“Esperábamos plenamente que, tarde o temprano, nos encontraríamos con la corona durante al menos un breve período de tiempo”, dijo Justin Kasper, autor principal de un nuevo artículo sobre el hito publicado en Physical Review Letters. “Es muy emocionante que ya lo hayamos alcanzado».
La sonda, que orbitará 24 veces alrededor del Sol y se irá acercando progresivamente a éste con la ayuda de la gravedad de Venus, llegará a su punto más cercano en 2025, que es cuando se podrá reunir la información de más valor.
Parker tiene un coste superior a 1.500 millones de dólares (1.200 millones de euros) y llevará por primera vez el nombre de una persona con vida, el físico estadounidense Eugene Parker, de 94 años, quien desarrolló en los años 50 del pasado siglo la teoría del viento solar.
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