Esta página se actualizó el 23 de abril del 2020 para alinearla con las Recomendaciones provisionales para la prevención y el control de infecciones en la atención médica de pacientes con enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) confirmada o presunta en entornos de atención médica, que han sido revisadas.
A quién está dirigida esta página: Personal de atención médica que esté atendiendo a pacientes con COVID-19 confirmado o a pacientes bajo investigación por COVID-19.
Qué propósito tiene: Las preguntas frecuentes fueron creadas para apoyar la actual Guía para la prevención y el control de infecciones asociadas a la atención médica para el COVID-19.
Cómo se usa: Ayuda a los establecimientos de atención médica a prevenir la transmisión del COVID-19 en este tipo de entornos.
Sí. Para mantener la salud y la seguridad de los pacientes y del personal de atención médica (HCP), la guía de los CDC para la prevención y el control de infecciones se aplica a todos los entornos donde se ofrece atención médica. Sin embargo, como con cualquier guía, los establecimientos pueden adaptar ciertas recomendaciones a sus entornos. Por ejemplo, la atención siquiátrica con internación puede incluir experiencias colectivas y actividades grupales que quizás precisen continuar. Si es así, la adaptación de estas actividades podría ser necesaria para alinearlas con las recomendaciones del distanciamiento social. Podría no ser seguro o adecuado implementar otras medidas recomendadas para el control de infecciones (por ejemplo, asegurar el acceso a desinfectante de manos a base de alcohol, agrupar a pacientes con COVID-19 y asignarles personal dedicado solo a ellos, o implementar medidas universales de control de fuente) en todos los lugares o para todos los pacientes debido a cuestiones de seguridad y comportamiento.
Los desafíos y soluciones potenciales que son específicos a los entornos de salud conductual podrían incluir lo siguiente:
Los establecimientos deben cumplir con los requisitos de notificación de su estado o jurisdicción. Aquellos regulados por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) (p. ej., los hogares de ancianos) también deben cumplir con todos los requisitos de los CMSexternal icon , los cuales están siendo actualizados para incluir nuevos requisitos para notificar a los CDC, y a los residentes y sus representantes.
Además, los CDC recomiendan que los departamentos de salud sean notificados rápidamente sobre lo siguiente:
Esto podría señalar un brote de COVID-19 o de otra enfermedad respiratoria en el establecimiento. El departamento de salud puede proveer orientación importante para asistir con la búsqueda de casos y detener la transmisión.
El establecimiento también debe tener un plan y un mecanismo para comunicarse regularmente con los residentes, los familiares, y el personal de atención médica, incluso si se identifican casos de COVID-19 en el establecimiento. A menudo, la información en los hogares de ancianos se comunica a través de reuniones públicas y reuniones de personal, junto con cartas o mensajes electrónicos. Sin embargo, durante la pandemia de COVID-19, no se deben realizar reuniones en persona. En vez de eso, la comunicación debe ocurrir a través de reuniones virtuales por teléfono o en plataformas de Internet. Esto debería complementarse con comunicaciones por escrito que proporcionen la información de contacto de un miembro del personal que pueda responder las preguntas o inquietudes. Las comunicaciones también deben incluir información que describa la situación actual, los planes para limitar la propagación dentro del establecimiento y las medidas recomendadas que se puedan tomar para protegerse y proteger a los demás. Los establecimientos deben entregar esta información de manera oportuna y ofrecer actualizaciones periódicas a medida que la situación cambie y haya más información disponible.
No. En el caso de los pacientes hospitalizados con COVID-19, las decisiones sobre el alta hospitalaria deberán basarse en el cuadro clínico del paciente y la capacidad que tenga el establecimiento que lo reciba para satisfacer sus necesidades de atención y adherirse a las prácticas recomendadas para la prevención y el control de infecciones. Las decisiones sobre el alta hospitalaria son diferentes de las decisiones sobre la interrupción de las precauciones por transmisión.
En el caso de los pacientes con COVID-19 presunto o confirmado, las decisiones acerca de interrumpir las precauciones por transmisión deberán basarse en las estrategias delineadas aquí. NO SE REQUIERE la estrategia con base en la prueba de detección y quizás no sería posible debido a las limitaciones en la disponibilidad de las pruebas.
Si un paciente con COVID-19 presunto o confirmado no ha cumplido con los criterios para interrumpir las precauciones por transmisión, se lo deberá transferir a un establecimiento con la capacidad para adherirse a las recomendaciones para la prevención y el control de infecciones para la atención de los residentes con COVID-19, incluida la ubicación en una unidad o área del establecimiento destinadas al cuidado de residentes con COVID-19 y el suministro de equipo de protección personal recomendado al personal de atención médica.
Si el paciente con COVID-19 presunto o confirmado ha cumplido con los criterios para interrumpir las precauciones por transmisión, pero tiene síntomas persistentes (p. ej., tos persistente), idealmente debería estar en una habitación individual, mantenerse confinado en esa habitación en la medida de lo posible, y usar una mascarilla (si la tolera) durante las actividades hasta que todos los síntomas estén completamente resueltos o a nivel normal. Si el paciente ha cumplido con los criterios para interrumpir las precauciones por transmisión y no tiene síntomas persistentes, no se necesitan restricciones adicionales.
Un paciente hospitalizado por enfermedades que no están relacionadas con el COVID-19, cuya situación con respecto a esta última enfermedad es desconocida, puede ser transferido a un hogar de ancianos sin que se le haga una prueba de detección. No obstante, para asegurarse de que no esté infectado, se lo deberá ubicar en un área de observación separada o en una habitación individual dentro del hogar de ancianos, con precauciones por transmisión hasta que hayan pasado 14 días desde la admisión.
Como parte de las medidas universales de control de fuente, todos los residentes (incluidos aquellos descritos en las situaciones anteriores) deben usar una cubierta de tela para la cara o mascarilla (si la toleran) siempre que salgan de su habitación.
Como parte de las prácticas de rutina, el personal de atención médica (HCP) deberá aplicar las medidas de precaución estándar. EL HCP debe siempre evaluar deliberadamente los riesgos potenciales de exposición a materiales infecciosos antes de participar en actividades y procedimientos de atención médica. Con base en su evaluación de riesgo, deberá implementar —en el lugar donde brinde atención— prácticas laborales seguras, como controles de ingeniería que reduzcan la liberación de material infeccioso, controles administrativos y el uso de equipo de protección personal (EPP), de acuerdo con las directrices y estándares de práctica de los CDC para la actividad realizada.
Para reducir la exposición al SARS-CoV-2 durante la pandemia del COVID-19, los CDC recomiendan que los establecimientos realicen lo siguiente:
Si la operación o los procedimientos no pueden posponerse, el HCP que atienda a pacientes con COVID-19 presunto o confirmado deberá adherirse a todas las prácticas recomendadas para la prevención y el control de infecciones en el caso del COVID-19. Esto incluye:
Debido a que el COVID-19 puede transmitirse asintomáticamente, algunas personas infectadas no serán identificadas con base en los signos y síntomas. En el caso de la atención quirúrgica o en procedimientos provistos a pacientes que no se sospeche que tengan COVID-19, el HCP deberá usar un enfoque por niveles, con base en el nivel de transmisión comunitaria, para fundamentar la necesidad de usar protección para los ojos y un respirador (ver las preguntas frecuentes que abordan el EPP recomendado para la atención de pacientes asintomáticos que no se sospeche que tengan COVID-19). El HCP debe continuar usando protección para los ojos o un respirador N95 o de nivel superior toda vez que se recomiende para la atención de pacientes como parte de las medidas de precaución estándar o por transmisión.
La guía de los CDC de usar respiradores con mascarilla de filtrado desechable de nivel N95 o superior aprobados por NIOSH al atender a pacientes que se sabe o sospecha que tienen COVID-19 se basa en los conocimientos actuales sobre el SARS-CoV-2 y virus respiratorios relacionados.
Los datos actuales parecen indicar que la transmisión de aerosoles a corta distancia a través de gotitas e inhalación, y el contacto seguido de autotransferencia a los ojos, la nariz o la boca son vías probables de transmisión. La transmisión de aerosoles a larga distancia, tal como se ve en el sarampión, no ha sido una característica del SARS-CoV-2.
Las potenciales vías de transmisión a corta distancia incluyen las salpicaduras y el rociado de material infeccioso a las membranas mucosas y la inhalación de viriones infecciosos exhalados por una persona infectada. La contribución relativa de cada una de estas vías no se conoce para el SARS-Co-V-2.
Las mascarillas que comúnmente se usan durante los procedimientos quirúrgicos proveerán una barrera de protección contra el contacto entre el rocío de gotitas y las membranas mucosas de la nariz y la boca, pero no están diseñadas para proteger al que las usa contra la inhalación de partículas pequeñas. Los respiradores con nivel de filtrado N95 o superior — como otros respiradores con mascarilla de filtrado desechables, los respiradores purificadores de aire forzado (PAPR) y los respiradores elastoméricos — proveen tanto una barrera como protección respiratoria debido a sus características de filtrado y de buen ajuste.
Los respiradores deberían usarse como parte de un programa de protección que le provea al personal evaluaciones médicas, capacitación y pruebas de ajuste.
Aunque las mascarillas se usen rutinariamente para la atención médica de pacientes con infecciones respiratorias virales comunes, los respiradores de nivel N95 o superior se recomiendan de forma habitual para los patógenos emergentes como el SARS-Co-V-2, que tienen el potencial de transmisión vía partículas pequeñas, la capacidad de causar infecciones graves y para los cuales no hay tratamientos específicos o vacunas.
Las recomendaciones de los CDC reconocen los desafíos actuales en relación con los suministros de respiradores N95 y otros. Los establecimientos que no tengan suministros suficientes de respiradores N95 y otros para toda la atención médica de pacientes deberían priorizar su uso para las actividades y los procedimientos que suponen el riesgo de generar aerosoles infecciosos y usar las mascarillas para la atención médica que no conlleve tales actividades o procedimientos. Hay estrategias para optimizar el suministro de respiradores N95 en entornos de atención médica detalladas en el sitio web de los CDC. La guía indica que, una vez que se restablezca la disponibilidad de suministros, se debe reanudar el uso de respiradores de nivel N95 o superior.
En general, el transporte y movimiento de un paciente fuera de su habitación debería limitarse a los fines médicamente esenciales. Si se transporta a un paciente fuera de la habitación, como a radiología, se deberá notificar con anticipación al personal de atención médica en el área que lo recibirá. Cuando sea transportado, el paciente deberá usar una mascarilla o una cubierta de tela para la cara para contener las secreciones y estar cubierto con una sábana limpia.
Si el personal a cargo del transporte debe preparar al paciente para su traslado (p. ej., transferirlo a una silla de ruedas o a una camilla), este personal debe usar todo el EPP recomendado (guantes, bata, protección respiratoria —que como mínimo tenga el nivel de protección de un respirador con mascarilla de filtrado N95 desechable de ajuste comprobado, certificado por NIOSH o, si no hay un respirador disponible, una mascarilla— y protección para los ojos, es decir, gafas de protección o un protector facial desechable que cubra el frente y los costados de la cara). Esta recomendación es necesaria porque estas interacciones generalmente incluyen un contacto cercano, a menudo cara a cara, con el paciente en un espacio cerrado (p. ej., la habitación del paciente). Una vez que el paciente haya sido transferido a la silla de ruedas o a la camilla (y antes de salir de la habitación), las personas que lo transporten deben quitarse la bata, los guantes y la protección para los ojos, e higienizarse las manos.
Al personal de atención médica que transporta pacientes con infecciones respiratorias no se le recomienda generalmente que use EPP si el paciente estará usando una mascarilla o cubierta de tela para la cara cuando lo transporten desde su habitación hasta el lugar de destino. Sin embargo, debido a las actuales limitaciones en los conocimientos sobre el COVID-19 y siguiendo el enfoque cauteloso actual de estratificación del riesgo y monitoreo del personal de atención médica que se ocupe de pacientes con COVID-19, se recomienda que quienes realicen el transporte usen una mascarilla para todo lo que implique más que un breve encuentro con pacientes con COVID-19. No se debe requerir EPP adicional a menos de que se prevea la necesidad de suministrar asistencia médica durante el transporte (p. ej., ayudar al paciente a remplazar una mascarilla que se le haya salido).
Después de llegar a su destino, el personal que reciba al paciente (p. ej., en radiología) y la persona que realizó el transporte (si ayuda con la transferencia) deben higienizarse las manos y usar todo el EPP recomendado. Si todavía está usando la mascarilla o el respirador original, la persona que transportó al paciente debe ser cuidadosa para evitar contaminarse a sí misma al ponerse el resto del EPP recomendado. Este enfoque cauteloso se perfeccionará y actualizará a medida que se disponga de más información y las necesidades de respuesta cambien en los Estados Unidos.
La guía interina para el personal de servicios médicos de emergencia que transporte a pacientes con COVID-19 confirmado o presunto está disponible aquí. El personal de servicios médicos de emergencia debe usar todo el EPP recomendado porque está suministrando atención médica directa y en contacto cercano con el paciente por periodos más prolongados.
El potencial de transmisión asintomática del SARS-CoV-2 acentúa la importancia de aplicar prácticas preventivas en todos los pacientes, como el distanciamiento social, la higiene de manos, la descontaminación de superficies y hacer que los pacientes usen una cubierta de tela para la cara o mascarilla (para el control de fuente) mientras se encuentren en un establecimiento de atención médica. Para proteger a los pacientes y a los compañeros de trabajo, el HCP debe usar una mascarilla en todo momento mientras esté en el establecimiento de atención médica (es decir, practicar el control de fuente). Se recomienda que el HCP use una mascarilla, en lugar de una cubierta de tela para la cara, puesto que la mascarilla ofrece control de fuente y protección al exponerse a salpicaduras y rociado de material infeccioso de otras personas.
En función de la disponibilidad de pruebas y de la rapidez con que se puedan conseguir los resultados, los establecimientos también pueden tener en cuenta la implementación de pruebas de detección del COVID-19 durante el proceso de admisión o antes de un procedimiento. Los resultados de las pruebas podrían fundamentar las decisiones para el uso universal de protección para los ojos y respiradores, según lo indicado antes, especialmente si hay escasez de EPP. Las limitaciones presentadas por el uso de esta estrategia (hacer pruebas) incluye la obtención de resultados negativos en pacientes que estén en el periodo de incubación y que luego se tornen infecciosos, y los resultados falsos negativos, según sea el método de análisis utilizado.
En general, solo el personal esencial debería ingresar a la habitación de pacientes con COVID-19. Los establecimientos de atención médica deben considerar la asignación de la limpieza y desinfección diaria de las superficies de contacto frecuente al personal de enfermería que ya estará en la habitación atendiendo al paciente. Si se le asigna esta responsabilidad al personal de servicios ambientales, deberán usar todo el EPP recomendado cuando estén en la habitación. El EPP deberá quitarse una vez que se haya salido de la habitación, e inmediatamente después se deberán higienizar las manos.
Después del alta, el personal de servicios ambientales podrá realizar la limpieza terminal. Deberá demorar el ingreso a la habitación hasta que haya transcurrido el tiempo suficiente para que bastantes cambios de aire eliminen las partículas potencialmente infecciosas. Todavía no sabemos por cuánto tiempo el SARS-CoV-2 permanece infeccioso en el aire. Independientemente de eso, el personal de servicios ambientales debe evitar ingresar a la habitación desocupada hasta que haya transcurrido el tiempo suficiente para que bastantes cambios de aire eliminen las partículas potencialmente infecciosas (hay más información en tasas de remoción bajo condiciones de ventilación diversas). Después de que haya transcurrido ese tiempo, el personal de servicios ambientales puede entrar a la habitación y debe usar una bata y guantes al realizar la limpieza terminal. Se deberá agregar una mascarilla (si no se usa ya para el control de fuentes) y protección para los ojos si se prevé que habrá salpicaduras o rociamiento durante las actividades de limpieza y desinfección, o si de algún otro modo se requieren debido a los productos de limpieza seleccionados. En estos momentos no se le está recomendando usar cubrezapatos al personal que esté atendiendo a pacientes con COVID-19.
Algunos procedimientos que se les realiza a los pacientes tienen más probabilidad de generar concentraciones más altas de aerosoles respiratorios infecciosos, que las que se producen al toser, estornudar, hablar o respirar. Estos procedimientos generadores de aerosoles (AGP, por sus siglas en inglés) ponen al personal de atención médica y a otras personas potencialmente en mayor riesgo de exposición a patógenos e infección.
No ha sido posible crear una lista exhaustiva de los AGP para los entornos de atención médica debido a las limitaciones en los datos disponibles en cuanto a cuáles procedimientos podrían generar aerosoles potencialmente infecciosos, y a las dificultades para determinar si las transmisiones reportadas durante los AGP se debieron a aerosoles o a otras exposiciones.
No hay consenso de expertos ni suficientes datos de respaldo para crear una lista definitiva y exhaustiva de los AGP para los entornos de atención médica.
Los procedimientos médicos realizados comúnmente, que con frecuencia son considerados como AGP, incluyen:
Con base en los limitados datos disponibles, no se sabe con certeza si podrían ser infecciosos los aerosoles generados por algunos procedimientos, como, por ejemplo:
*Los aerosoles generados por los nebulizadores se derivan del medicamento en el nebulizador. No se sabe con certeza si las potenciales asociaciones entre la realización de este procedimiento común y un mayor riesgo de infección podrían deberse a los aerosoles generados por el procedimiento o al mayor contacto entre quienes administran el medicamento nebulizado y los pacientes infectados.
Referencias relacionadas con los procedimientos generadores de aerosoles:
Tran K, Cimon K, Severn M, Pessoa-Silva CL, Conly J (2012) Aerosol Generating Procedures and Risk of Transmission of Acute Respiratory Infections to Healthcare Workers: A Systematic Review. PLoS ONE 7(4); https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3338532/#!po=72.2222external iconexternal iconexternal icon ).
La obtención de hisopados nasofaríngeos de pacientes con COVID-19 confirmado o presunto puede realizarse en una sala de atención de pacientes común con la puerta cerrada. No se requiere el uso de una sala de aislamiento por infecciones de transmisión por vía aérea para obtener las muestras nasofaríngeas. El personal de atención médica que esté en la sala debe usar un respirador N95 o superior (o una mascarilla si no hay un respirador disponible), protección para los ojos, guantes y una bata. Si los respiradores no están fácilmente disponibles, deben ser priorizados para otros procedimientos con mayor riesgo de producir aerosoles infecciosos (p. ej., intubación), en lugar de usarlos para realizar los hisopados nasofaríngeos.
No. Las Recomendaciones provisionales para la prevención y el control de infecciones en pacientes con enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) confirmada o presunta en entornos de atención médica de los CDC aconsejan ubicar a los pacientes en una sala de atención de pacientes común con la puerta cerrada. Las salas de aislamiento por infecciones de transmisión por vía aérea deben reservarse para pacientes sometidos a procedimientos que generen aerosoles o para fines de diagnóstico, como tuberculosis activa.
Si bien se cree que la propagación del SARS-CoV-2 se produce principalmente a través de las gotitas respiratorias, la contribución de pequeñas partículas respirables a la transmisión por la gran proximidad actualmente es incierta. La transmisión por vía aérea de persona a persona a grandes distancias es poco probable.
La cantidad de tiempo que el aire adentro de la sala de atención de pacientes permanece potencialmente infeccioso es desconocida y podría depender de un número de factores que incluyen el tamaño de la sala, la cantidad de cambios de aire por hora, cuánto tiempo el paciente estuvo en la sala, si el paciente estuvo tosiendo o estornudando, y si se realizó un procedimiento que generó aerosoles. Los establecimientos de atención médica tendrán que considerar estos factores al decidir cuándo alguien que no esté usando EPP puede entrar en la sala desocupada.
En el caso de un paciente que no estuvo tosiendo ni estornudando, no fue sometido a un procedimiento que generó aerosoles, y ocupó la sala por un corto periodo (p. ej., unos minutos), cualquier riesgo para el personal de atención médica y los pacientes subsiguientes probablemente se disipará en una cuestión de minutos. Sin embargo, en el caso de un paciente que estuvo tosiendo y que se quedó en la sala por un largo periodo, o fue sometido a un procedimiento que generó aerosoles, el periodo de riesgo probablemente sea más largo.
Para estas situaciones de mayor riesgo, es razonable aplicar un periodo similar al que se usa en el caso de la propagación de patógenos por vía aérea (p. ej., sarampión, tuberculosis) y restringir el ingreso de personal de atención médica y de pacientes sin EPP a la sala hasta que haya transcurrido el tiempo suficiente para que bastantes cambios de aire eliminen las partículas potencialmente infecciosas.
Hay disponible una guía general sobre tasas de remoción bajo condiciones de ventilación diversas.
Además de asegurarse de que haya transcurrido el tiempo suficiente para que bastantes cambios de aire eliminen las partículas potencialmente infecciosas, el personal de atención médica debe limpiar y desinfectar las superficies ambientales y el equipo compartido antes de que la sala sea usada para otro paciente.
Los CDC han difundido información acerca de las estrategias para optimizar el suministro de batas de aislamiento. Los establecimientos de atención médica deben remitirse a esas directrices e implementar las estrategias recomendadas para optimizar sus suministros actuales de batas. Esto incluye pasar a usar batas de tela lavables, si es viable.
El uso de batas como parte de las precauciones de contacto en el contexto de los MDRO se ha implementado principalmente para reducir el riesgo de transmisión a otros pacientes, y no para proteger al personal de atención médica. Los establecimientos que tengan escasez de batas podrían considerar la suspensión de su uso para la atención de pacientes con MDRO de carácter endémico, como SARM, ERV y bacilos gramnegativos productores de ESBL, con excepción de lo requerido por las medidas de precaución estándar. Los establecimientos deben evaluar su epidemiología local para determinar cuáles MDRO se consideran endémicos. Independientemente del uso de batas, el personal de atención médica debe continuar usando guantes para el contacto con estos pacientes y su entorno. Se debe continuar enfatizando la higiene de las manos. Los establecimientos también deben intentar colocar a los pacientes colonizados o infectados por un MDRO en habitaciones privadas, si están disponibles.
Cualquier persona que haya tenido contacto cercano prolongado (dentro de los 6 pies, durante por lo menos 15 minutos) con el proveedor de atención médica infectado podría haber estado expuesta.
El rastreo de contacto se recomienda por lo general para cualquier persona que haya tenido un contacto cercano prolongado con la persona con COVID-19 durante estos periodos. Aunque este tema aborda la exposición a un proveedor de atención médica potencialmente infeccioso, también se recomiendan las siguientes medidas si la persona potencialmente infecciosa es un paciente o visitante.
Medidas recomendadas para proveedores de atención médica, pacientes y visitantes:
Los establecimientos de atención médica deben tener un proceso para notificar el departamento de salud acerca de casos conocidos o presuntos de COVID-19 y deben establecer un plan, en consulta con las autoridades de salud pública locales, para determinar cómo se investigarán las exposiciones en un establecimiento de atención médica, y cómo se realizará el rastreo de contactos. El plan debe abordar lo siguiente:
El rastreo de contactos se debe realizar de tal forma que se proteja la confidencialidad del proveedor de atención médica en la medida que sea posible y conforme a las leyes y regulaciones aplicables. A los proveedores de atención médica y los pacientes que actualmente estén internados en el establecimiento o hayan sido transferidos a otro establecimiento de atención médica, se les debe dar prioridad para la notificación. Estos grupos, si están infectados, tienen el potencial de exponer a una gran cantidad de personas con mayor riesgo de presentar enfermedad grave o, en el caso de pacientes internados, que estén en mayor riesgo de presentar enfermedad grave ellos mismos.
La información para los departamentos de salud acerca de la investigación de casos y el rastreo de contactos está disponible en Departamentos de salud: Guía interina para la elaboración de un plan para la investigación de casos y el rastreo de contactos. Esta guía también podría ser útil para los establecimientos de atención médica que lleven a cabo tales actividades.
*Los enlaces a sitios web pueden llevar a páginas en inglés o español.
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