Ultimátum a pescador extraviado hace 11 años en el mar: se presenta ante juez o lo declaran muerto - Diario de Yucatán

2022-09-03 04:22:16 By : Ms. Leslie Wei

Once años después que un pescador de Yucatán desapareció en alta mar el proceso judicial para, en su caso, declararlo muerto de manera oficial se acerca a su fin.

El pescador que sería declarado oficialmente muerto es José Luis Alberto Chan Cutz. Él y José Alberto Hernández Chuc, de entonces  40 y 22 años de edad, respectivamente. se extraviaron en alta mar en noviembre de 2011. Ambos eran vecinos de Dzilam González, municipio ubicado a 94.3 kilómetros de Mérida, la capital de Yucatán.

El Juzgado Tercero Mixto de lo Civil y Familiar del Primer Departamento Judicial de Yucatán, con sede en Motul, publicó en la edición impresa del Diario de Yucatán del martes 30 de agosto de 2022, específicamente en la página 7 de la sección Local, un edicto que dice que (ocho años después de la desaparición de los dos pescadores) María Amparo Dzul Poot (esposa de Chan Cutz) promovió el expediente 583/2019, relativo a las Diligencias de Jurisdicción Voluntaria, “a fin de que se declare la ausencia, presunción y declaración de muerte del señor José Luis Alberto Chan Cutz, también conocido como José Luis Chan Cutz, quien desapareció el día veintiuno de noviembre del años mil once (sic) en alta mar”.

El edicto señala que en la continuación de la audiencia preliminar, el 21 de febrero de 2022, el mencionado tribunal nombró a María Amparo Dzul Poot “como depositaria provisional de los bienes del presunto ausente José Luis Alberto Chan Cutz”.

“Se llama al señor José Luis Alberto Chan Cutz, también conocido como José Luis Chan Cutz, para que comparezca ante este Juzgado en un término no menor de un mes ni mayor de tres meses a efecto de hacer expeditos sus derechos, apercibiéndolo que, en caso de no presentarse dentro del término concedido, se procederá al nombramiento de una persona que lo represente como administrador de sus bienes, y será declarada la presunción de muerte, de conformidad con el artículo 540 del Código de Familia para el Estado de Yucatán”, destaca en su parte medular el edicto.

Dado que el edicto tiene fecha del 20 de junio de 2022, el plazo para que el pescador se presente ante el Juzgado 3o. Mixto vencerá el martes 20 de septiembre del mismo año.

Por mandato judicial, el edicto se publica cada 15 días durante dos meses en un periódico diario de información de Yucatán.

De acuerdo con el Código de Familia de Yucatán, la presunción de muerte se solicita cuando no se tiene la certeza de la muerte de una persona, pero se sospecha que falleció.

Para pedirla basta un año de ausencia o desaparición de una persona que viajaba a bordo de una embarcación que naufragó. La sentencia judicial de la declaratoria de la presunción de muerte finaliza la sociedad conyugal y permite que se inicie la sucesión de bienes de la persona ausente o desaparecida; en el caso de que aparezca o se demuestre que vive, “recobrará sus bienes en el estado en que se encontraren”. El naufragio 

Según los archivos del Diario, José Luis Alberto Chan Cutz y José Alberto Hernández Chuc, de entonces 40 y 22 años de edad, respectivamente,  zarparon de Dzilam de Bravo a bordo del barco tiburonero “San José III”, de 30 metros de eslora, el 21 de noviembre de 2011 para trabajar de cinco a ocho días, pero el día 27 de ese mes azotó el norte del frente frío 15.

El 10 de diciembre de 2011, casi un mes después que zarparon, se les reportó como desaparecidos ante la Capitanía de Puerto de  Dzilam de Bravo. En esa ocasión se indicó que el dueño del “San José III”, el empresario y entonces alcalde panista de ese puerto, Javier Loreto Marrufo González, no reportó oportunamente el extravío de los pescadores.

El primer desaliento para los familiares llegó el 7 de enero de 2012, cuando los pescadores de la embarcación “Don Mat XVI” hallaron al “San José III” volcado y semihundido a 67.5 km de Celestún, pero sin los dos hombres de mar. Dos días después, la embarcación fue remolcada a ese puerto del poniente de Yucatán.

La esperanza para las familias se acabó el 10 de enero del mismo año, cuando la Capitanía de Dzilam  de Puerto informó que aunque oficialmente no daban por muertos a los dos pescadores, se daba por cerrado el caso y por concluida la búsqueda de ambos. Un joven pescador que se iba a casar

Para el 14 de enero, Oliva Gutiérrez narró, en entrevista que concedió al Diario,  que su desaparecido nieto José Alberto Hernández Chuc se iba a casar con su novia en diciembre de 2011.

Alberto Chuc Noh, abuelo del joven, por su lado expresó en esa ocasión que la familia estaba muy indignada y molesta con el dueño del “San José III”, Loreto Marrufo González, porque “no ha venido a dar la cara e informar sobre la situación, pero sobre todo porque cuando acudimos a él para hablar, a los 20 días que no regresaban los dos pescadores y ya habían pegado dos nortes, se  guardó para no hablar. Si tan sólo hubieran tenido un radio de comunicación satelital y salvavidas, se hubieran salvado. Siento indignación contra Marrufo González porque, por su ambición de ganar más dinero, manda a sus trabajadores a distancias muy lejanas, sin herramientas de trabajo, y en embarcaciones que no están en condiciones para navegar grandes distancias”.

No obstante, el abuelo reconoció que “los pescadores saben en qué condiciones se van a jugar la vida para ganar algunos pesos, para poder subsistir en este país, donde a diario suben los precios de los productos básicos”. Sobrevivieron cinco días a la deriva por Alacranes

Chan Cutz, a su vez, había sobrevivido en enero de 2006 a cinco días a la deriva en el mismo barco tiburonero  “San José III”. El hoy desaparecido Chan Cutz,  Benito Coral Várguez, de entonces 32 años, y Feliciano Cituk Quijano, de 37, zarparon el sábado 7 de enero de Dzilam de Bravo, pero el miércoles 11 tuvieron que arribar a Celestún porque estaba fallando el alternador del motor, al día siguiente salieron al mar de nuevo, pero el martes 17 en la mañana falló la bomba de inyección del motor y entonces quedaron a la deriva. Con un radio VHF estuvieron pidiendo ayuda, pero el equipo solo tenía un alcance máximo de 25 millas náuticas (alrededor de 46 kilómetros) y ellos estaban a unos 200 km de la costa. José Luis Chan Cutz junto al timón del  barco tiburonero “San José III”, al llegar a Yucalpetén a las 11 de la noche del 21 de enero de 2006, luego de quedar a la deriva por una falla de motor durante cinco días y de que un remolcador los rescató (Megateca)

Los tres pescadores contaron que sobrevivieron cinco días con unos 10 litros de agua, un poco de tortilla, galletas y café. Al día hicieron una comida “fuerte” en la tarde: pescado crudo y tortilla de maíz; desayunaban y cenaban un poco de café y galletas para no agotar el agua. El hielo de la nevera de la nave se les había agotado y el poco mero y guachinango  que habían capturado, junto con dos tiburones de unos 100 kilos cada uno, ya se comenzaban a descomponer. La ayuda no llegaba y sus llamados de auxilio no eran escuchados. “Nos sentíamos solos, la única compañía que teníamos por la mañana era el fuerte sol y por las noches la luna, las estrellas”, dijo aquella vez Chan Cutz.

Al final, un remolcador estadounidense que iba de Tampico al Caribe los vio, los rescató a unos 200 km al oeste de Alacranes y los entregó a 20 kilómetros de Chuburná a una lancha patrulla de Resguardo Marítimo Federal, que los llevó a Yucalpetén, a donde llegaron a las 11 de la noche del 21 de enero de 2006.  “Esperábamos toparnos con otro pesquero que nos pudiera ayudar, estábamos perdidos hasta que gracias a Dios nos encontraron tres remolcadores norteamericanos, uno de los cuales nos salvó la vida al darnos alimento y acercarnos a la costa”, narró esa vez Benito Coral. Sobrevivieron al huracán “Wilma” en la Bahía de Campeche

Meses antes, en octubre de 2005, los pescadores Chan Cutz, Gregorio Magdaleno Loría Zapata y otro apodado "Charal"  a bordo de la embarcación “Loreto IX” capearon el huracán “Wilma” en Cayo Arcas, cerca de las plataformas petroleras en la Sonda de Campeche, y  sus familiares, sobre todo las esposas, fueron desesperadas a la Capitanía de Dzilam de Bravo a reportar que no habían regresado. La Armada de México comenzó a buscarlos en la zona de Celestún porque se temió que se hubieran perdido o naufragado por el meteoro, hasta que el 24 de octubre, a las 6 de la tarde, el navío entró al refugio de Dzilam de Bravo y cuatro horas después hizo lo mismo su barco nodriza, “Liz María IV”. Pasada la falsa emergencia, se informó que el “Loreto IX” llegó con 20 tiburones. De ama de casa a jefa de familia 

En noviembre de 2011 José Luis Alberto Chan Cutz se hizo a la mar con José Alberto Hernández Chuc, pero naufragaron y no fueron rescatados, ni vivos ni muertos. Fue el tercer incidente pesquero de Chan Cutz. Cuando en enero de 2012 las autoridades dejaron de buscarlos, María Amparo Dzul Poot, ama de casa y de entonces 41 años de edad, relató que su esposo, Chan Cutz, le dijo: “Ahí te dejo un dinero para tu gasto y cuida mucho a mis hijas”, de entonces 20, 17, 11 y 5 años, de quienes se despidió de beso antes de irse de pesca.

La madre de familia contó que su segunda hija estaba terminando el bachillerato y quería estudiar idiomas, por eso pidió públicamente a la entonces gobernadora Ivonne Ortega Pacheco una beca escolar y ayuda para poder cobrar la póliza del programa estatal Seguro de Mar, que era de unos 30,000 pesos, ya que su esposo llevaba consigo todos sus documentos personales y de pescador y, tras el naufragio, la familia solo contaba con los mil pesos que el dueño del barco ofreció entregarle mensualmente durante dos años. 

Asimismo, narró que su marido desde los 15 años de edad era pescador de tiburones, así que tenía 25 años de pescador, y era “buena persona, dedicado y cariñoso con sus hijas”. “Muy adentro de mi corazón tengo la esperanza de cuando menos encontrar el cuerpo de mi esposo, para poder darle una digna sepultura, para tranquilidad de mis hijas”, expresó doña María Amparo en aquella entrevista que concedió en enero de 2012 en su casa en Dzilam González.

Chan Cutz fue el tercero de los hijos de los esposos Manuel Chan Oy y Juana Cutz. Nació el 20 de septiembre de 1971. Este septiembre de 2022 cumpliría 51 años de edad.— Flor Estrella Santana

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